Las fracturas de la órbita se pueden presentar o comprometer otros huesos de la cara.. Pueden ser desde pequeñas fracturas, que no requieren ninguna intervención quirúrgica, hasta un estallamiento importante de la órbita.
El objetivo del tratamiento del trauma y de las fracturas orbitarias es evitar la pérdida de la visión y minimizar las secuelas finales, tales como visión doble persistente y hundimiento del globo ocular.
Los principios de la reparación de fracturas orbitarias incluyen reposicionar el tejido blando orbitario, reconstruir el contorno óseo de la órbita y restablecer el volumen orbitario normal.
Para reconstruir defectos óseos se han descrito muchos métodos y materiales. Según el tamaño del defecto, existen materiales rígidos como los bloques de hidroxiapatita, mallas de titanio, injerto autólogo de hueso y materiales blandos, como la silicona, los implantes absorbibles y el polietileno poroso. Las mallas de titanio han sido usadas para corregir amplios defectos en la órbita interna, para restaurar volumen orbitario y prevenir enoftalmos. El titanio es un material reconocido por tener una baja tasa de infecciones, una excelente biocompatibilidad y una buena osteointegración.Los factores pronósticos más importantes para el resultado postoperatorio en cuanto a volumen orbitario son el tipo de fractura, las paredes afectadas y el uso de mallas preformadas.
El uso de mallas preformadas ayuda al cirujano a realizar una mejor reconstrucción de la anatomía del piso de la órbita y/o de la pared medial, evitando la manipulación excesiva de la malla, salvo pequeñas modificaciones, y de los tejidos blandos durante la cirugía.
Casos Clínicos
Mecanismo de producción de una fractura de piso de órbita.
Fractura de piso de órbita izquierda.
Fractura de piso de órbita, con músculo recto inferior involucrado en la fractura.
Colocación malla preformada.
Corrección de enoftalmos como secuela de fractura de órbita, lado derecho.